¿El veranillo del Membrillo o de San Miguel?
Paseemos por donde paseemos durante esto días la cancioncilla que se escucha como un murmullo continuo, dependiendo del lugar donde nos encontremos, es “ya llegó el veranillo de San Miguel o del Membrillo”. Su época es entre finales de verano y principios del otoño, son unos días en los que el tiempo queda como suspendido, aumenta el calor y no sabemos si es la despedida que nos brinda el verano o el pulso que mantiene con el otoño para no irse y dejar paso a la siguiente estación.
Sea como fuere, a nadie nos deja indiferente, es época de membrillo, el fruto del amor en la Grecia clásica, donde los membrilleros estaban consagrados a la diosa Afrodita y los recién casados compartían su fruto antes de la noche de bodas como símbolo de amor eterno.
Desde entonces hasta hoy, esta aromática fruta, ha tenido diferentes formas de consumo, debido a su sabor ácido y áspero en el paladar. Además, su bajo contenido en azúcar, hace que se tome preferentemente cocinado, ya sea cómo salsa acompañando a la carne, como ingrediente para postres, como un rico aperitivo con salsa de queso o cómo dulce de membrillo.
Muchas son las variedades que se cultivan, De Portugal, Vau de Mau, de Fontenay, etc. En España la más consumida es Gigante de Wranja, son compactos, de color crema, grandes y redondeados y su aroma es inconfundible. Se conservan fácilmente durante dos o tres semanas, un truquillo es envolverlos por separado en papel e introducirlos en el frigorífico.
El membrillo aporta a nuestro organismo potasio, fundamental para tener una actividad muscular normal, ayuda a evitar esos molestos calambres y para la transmisión y generación del impulso nervioso; además es rico en fibras y ayuda a regular nuestro organismo.
¿En vuestras provincias cómo decís Veranillo del Membrillo o de San Miguel?
Es cierto Gloria, en algunas provincias se denomina así, veranillo de San Martín. Es un poco más tardío, el 11 de noviembre, pero señala la misma época del año, final de verano y comienzo del otoño.
En mi pueblo se dice el veranillo de San Martin